Los Seis Estímulos del Sistema 1
Como hemos visto hasta ahora, el Sistema 1 es el guardián del Sistema 2. Trata de evitar que el Sistema 2 se active si no es necesario, para evitar que se sobrecargue por exceso de estímulos.
En ocasiones, el Sistema 1 no tiene la información o conocimiento necesarios para tomar una decisión, pero en lugar de activar al Sistema 2, se “confunde” y toma una decisión con la información y estímulos que maneja. Esto permite que algunas ilusiones nos engañen, y también que a veces tomemos malas decisiones.
En esta sección vamos a analizar cómo debemos hablarle “de tú a tú” al Sistema 1, para que los mensajes que le brindemos le encajen perfectamente y podamos forzar una toma de decisión sin necesidad de llegar al Sistema 2 (que sería una decisión mucho más racional).
No estamos hablando de manipular o engañar al usuario, si no de facilitar una toma de decisión mucho más rápida de lo que sucedería de otra forma, y evitando los excesivos requerimientos que muchas veces toma el Sistema 2 por exceso de análisis.
El Sistema 1 es el equivalente del cerebro reptiliano del modelo triúnico, y una representación de nuestro yo más básico. Para poder ser tan rápido está muy basado en intuiciones, y también en deseos.
Cuando buscamos apelar al Sistema 1 de nuestros consumidores, lo mejor es que nos apoyemos en los 6 estímulos básicos que este sub-sistema de nuestro cerebro mejor entiende.
Si conseguimos trabajar mensajes en base a estos estímulos, estaremos hablando en un lenguaje que hace que el Sistema 1 se sienta cómodo, y por lo tanto maximizando las probabilidades de que tome una decisión sin llamar al Sistema 2. Como cuando el Sistema 1 actúa lo hace de forma muy rápida, podremos estar apelando a una toma de decisiones que se salte lo racional y sea mucho más rápida.
Los 6 estímulos de los que vamos a hablar son estímulos muy básicos y que mantenemos desde que somos pequeños. También son estímulos que han estado presentes a lo largo de la evolución humana y también encontramos que muchos animales, como los monos, responden muy bien a ellos.
En definitiva, son estímulos que están muy vinculados a nuestra evolución y desarrollo como seres humanos y, por tanto, en primera línea de batalla. A nivel de resumen, los 6 estímulos a los que vamos a apelar son:
- “Egocéntrico” o los estímulos centrados en uno mismo
- “Contraste” o elementos que estén situados en los extremos (frío-calor, blanco-negro)
- “Tangible” o cualquier cosa que se muestre de la forma más visceral posible
- “Emocional” o todo aquello que apela a nuestras emociones más internas
- “Visual” o todo aquello que apela a nuestro sentido de la vista
- “Inicio o final” o todo aquello que se sitúa al comienzo o al final de una sucesión de elementos